Brent Knackert culminó como el líder en efectividad con 0.92,
convirtiéndose en apenas el cuarto serpentinero en lograr porcentaje de
carreras limpias aceptadas menor a uno. Los otros fueron Jim Owens de
Oriente (0.90), Mel Queen de los Tigres (0.76) y Mike Hedlund de La
Guaira (0.75).
En la memoria de los aficionados está fija la temporada 93-94, pues
fue la primera vez en que los "eternos rivales" del profesional
venezolano, Navegantes del Magallanes y Leones del Caracas, disputaron
el cetro. Antes de ese importante episodio, el 22 de noviembre de 1993,
Bob Abreu conectó de 7-5 para convertirse en el pelotero número 15 de la
franquicia en batear cinco imparables en un desafío. Al día siguiente,
el jardinero Jorge Uribe emulaba al "Come dulce" al disparar la misma
cantidad de hits. También lo hizo Roger Cedeño el 17 de diciembre de ese
mismo año, para así ser el número 17 en lograrlo.
Durante siete emocionantes encuentros, tanto Caracas como Magallanes
se tranzaron en una guerra sin cuartel en busca de un gallardete que
significaba más que eso. Al final, Magallanes se llevó los honores.
Uno de los astros del Caracas, Urbano Lugo Jr., alcanzó en la zafra
94-95 las 50 victorias de por vida. Fue el 18 de diciembre de 1994,
cuando el diestro falconiano blanqueó a los Petroleros de Cabimas y se
ubicó en el tercer puesto entre los serpentineros de la franquicia con
mayor número de conquistas detrás de Diego Seguí y Luis Peñalver.
En esta misma temporada, Caracas recuperaba su sitial y pudo vengarse
de Magallanes, cuando el 20 de enero, en un segundo juego extra por el
pase a la final, se impusieron a los turcos 5-4. De esta manera, disputó
el título con Águilas del Zulia con la decidida intervención de Omar
Vizquel y bajo el mando de Pompeyo Davalillo, quien había sustituido a
Phil Regan a inicios del torneo. El 29 de enero Calvin Jones y Ugueth
Urbina, en calidad de relevistas, detuvieron a la ofensiva de los
zulianos y los Leones se impusieron en el sexto juego de la final con
marcador de 5-2. Fue la diadema número 15 para la tropa capitalina.
Otro hecho que destacar fueron las 40.1 entradas consecutivas sin
permitir carreras que logró el diestro Jesús Hernández el 9 de diciembre
de 1995, en plena justa 95-96. De esta manera, fijó un récord en la
liga.
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