Categorías

domingo, 15 de noviembre de 2015

El duelo entre los eternos rivales

Brent Knackert culminó como el líder en efectividad con 0.92, convirtiéndose en apenas el cuarto serpentinero en lograr porcentaje de carreras limpias aceptadas menor a uno. Los otros fueron Jim Owens de Oriente (0.90), Mel Queen de los Tigres (0.76) y Mike Hedlund de La Guaira (0.75).
En la memoria de los aficionados está fija la temporada 93-94, pues fue la primera vez en que los "eternos rivales" del profesional venezolano, Navegantes del Magallanes y Leones del Caracas, disputaron el cetro. Antes de ese importante episodio, el 22 de noviembre de 1993, Bob Abreu conectó de 7-5 para convertirse en el pelotero número 15 de la franquicia en batear cinco imparables en un desafío. Al día siguiente, el jardinero Jorge Uribe emulaba al "Come dulce" al disparar la misma cantidad de hits. También lo hizo Roger Cedeño el 17 de diciembre de ese mismo año, para así ser el número 17 en lograrlo.

Durante siete emocionantes encuentros, tanto Caracas como Magallanes se tranzaron en una guerra sin cuartel en busca de un gallardete que significaba más que eso. Al final, Magallanes se llevó los honores.
Uno de los astros del Caracas, Urbano Lugo Jr., alcanzó en la zafra 94-95 las 50 victorias de por vida. Fue el 18 de diciembre de 1994, cuando el diestro falconiano blanqueó a los Petroleros de Cabimas y se ubicó en el tercer puesto entre los serpentineros de la franquicia con mayor número de conquistas detrás de Diego Seguí y Luis Peñalver.
En esta misma temporada, Caracas recuperaba su sitial y pudo vengarse de Magallanes, cuando el 20 de enero, en un segundo juego extra por el pase a la final, se impusieron a los turcos 5-4. De esta manera, disputó el título con Águilas del Zulia con la decidida intervención de Omar Vizquel y bajo el mando de Pompeyo Davalillo, quien había sustituido a Phil Regan a inicios del torneo. El 29 de enero Calvin Jones y Ugueth Urbina, en calidad de relevistas, detuvieron a la ofensiva de los zulianos y los Leones se impusieron en el sexto juego de la final con marcador de 5-2. Fue la diadema número 15 para la tropa capitalina.
Otro hecho que destacar fueron las 40.1 entradas consecutivas sin permitir carreras que logró el diestro Jesús Hernández el 9 de diciembre de 1995, en plena justa 95-96. De esta manera, fijó un récord en la liga.



No hay comentarios:

Publicar un comentario